
En España hemos visto grandes grupos de teatro gestual, compañías como Tricicle o Yllana son famosas por su trabajo, nos divierte y consiguen hacernos entrar en una forma de comunicación muy efectiva. Sus obras contienen una dramaturgia que cuenta historias a partir de algún tema. Nos sorprenden y nos hacen reír basándose en el cuerpo, su expresión y gestualidad, como elemento principal. Detrás de estas propuestas existe un trabajo muy consciente con el objetivo de buscar la máxima efectividad del gesto a través de unas normas muy sencillas: la precisión técnica y la economía de acciones.
Precisión que limita la acción a un gesto muy definido y con un significado claro y
economía que limpia la acción de otras acciones que distraen o ensucian la acción principal. Claro que los ejemplos que pongo son de maestros que dominan esta técnica, pero cuando nos enfrentamos a este tipo de trabajo estas claves debemos tenerlas siempre presentes. Incluso son normas básicas para la interpretación de cualquier personaje, aunque es en el teatro gestual donde más claramente se aprecia.
En la clase de ayer Charo nos demostró estas teorías haciendo un play-back de Pimpinela. Luego, como decía un profesor de interpretación, la técnica y la teoría están para olvidarlas y como decía Pimpinela: "olvídalo todo, que tu para eso tienes experiencia".
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